Caso XXI: Petirrojo

Título: Petirrojo
Autores: Jo Nesbø
Editorial: Penguin Random House

Que Harry Hole levanta pasiones entre los amantes de lo noir no es ninguna novedad. Que la novela negra nórdica ha sido un referente del género en estos últimos años, tampoco. Es, por tanto, difícil de explicar como hasta ahora La Torre no se ha atrevido a meterle mano a una de éstas, pero aquí estamos para enmendar nuestros errores.

Comenzaremos por la tercer entrega de la saga Hole, porque fue la primera que se tradujo al español, y porque nos lo ha dicho Camarasa, para qué engañarnos.

En Petirrojo, Jo Nesbo, expone a su detective más famoso a investigar una trama de tráfico de armas relacionada con círculos neonazis. Esta investigación le llevará a convertirse en historiador y buscar relaciones entre sucesos ocurridos en la Segunda Guerra Mundial.

En este mes de Mayo nos enfrentamos a una novela enrevesada. Saltos temporales, referencias históricas, personajes complejos, nombres en noruego y una trama complicada van a requerir de nuestras mejores habilidades de detective para disfrutar de la lectura. El lunes 4 de Junio a las 20:00 en Berbiana desenmañaremos la madeja de Petirrojo. Id con las pilas cargadas, se avecina tarea difícil.

9788416709137

Caso XX: Conclusiones

En La Torre del Crimen siempre buscamos cosas diferentes. Hemos leído desde grandes novelas comerciales a pequeñas obras de circuito cerrado, de la novela negra coreana a autores locales. Clásicos, fusiones de géneros, artefactos.

De todo. 

Por eso para nuestro caso XX decidimos volver a probar algo nuevo: un libro autopublicado. ¿Cómo es la literatura fuera de los opacos engranajes editoriales? 

La cosa empezó bien. Los autores respondieron amablemente a nuestro correo y nos enviaron una caja de libros dedicados. Todo un detalle que hizo que arrancásemos la lectura llenos de ganas e ilusión.

A las pocas páginas, sin embargo, empezamos a notar que algo no iba bien. No sabría explicarlo. Tal vez fuese una frase, o un párrafo, o el final de un capítulo. Tal vez fuesen los diálogos, o la forma en la que se desarrollaba la trama. 

Pasados tres o cuatro capítulos tuvimos que volver a Amazon para confirmar que las opiniones allí mostradas eran las que habíamos leído cuando elegimos el libro.

Aquellas reseñas seguían ahí: 

«Una Novela Negra Brillante». 

«Una auténtica joya literaria».  

«La calidad de la narrativa es exquisita, el uso del lenguaje y las líneas argumentales son excelentes. El ritmo es constante, envolvente y ágil. Sin más vueltas… un libro espectacular». 

«El detective Hawk, Halcón, está sin duda llamado a ser uno de los grandes entre los investigadores de la literatura moderna». 

«El final de este tomo es tan magnífico, tan asombroso e increíble que el propio Tesla se hubiera emocionado».

Vaya. Interesante. 

Estaba claro que, o bien la maquinaria del marketing de los hermanos Azorín estaba muy bien engrasada, o el libro que teníamos entre manos era realmente bueno. 

Bien, pues hemos terminado el libro, y desde La Torre del Crimen nos gustaría trasladar una opinión unánime: 

La Torre Tesla es un desastre de proporciones bíblicas.

No estamos hablando de un libro malo en el sentido tradicional de la palabra. La magnitud del despropósito va mucho más allá. Se trata de un texto totalmente amateur, estamos hablando de ese primer borrador que sólo dejarías leer a tu madre o a tu pareja, para sondear su opinión.

Errores ortotipográficos. Frases mal construidas. Problemas de coherencia. Mil tópicos y clichés pobremente mascados en una historia que pretende imitar a los grandes Best Sellers, pero que termina pareciéndose más a un trabajo de fin de curso.

Ahora bien, pasado el amargo trago de leer este experimento, llega la parte interesante. En Amazon la novela se autoproclama como una de las grandes obras maestras de la literatura de este siglo. Decenas de blogs, artículos y entrevistas alaban las virtudes con tanta vehemencia que nos hacen dudar de su veracidad y las opiniones de la poca gente que realmente se debe haber leído el libro quedan silenciadas ante esta avalancha de piropos hinchados.

La Torre Tesla es una mentira, un gran acto de manipulación que nos lleva a mirar con desconfianza este nuevo modelo de distribución literaria que es la autopublicación, y que de lejos nos parecía una plataforma justa y meritocrática para los desconocidos autores con talento.

Al final, el marketing y la exposición son, como siempre, los que marcan quién triunfa y quién se queda atrás. Una lástima.

Rubén Azorín dice de sí mismo en la contraportada del libro que es «Un tipo impulsivo y lleno de ideas. De los que no pueden esperar a que su talento sea descubierto por el capricho del azar o sometido al capricho de una editorial».

Rubén, has dicho «capricho» dos veces en la misma frase.

Sigue practicando.

LTdC.

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