Caso XIII: Conclusiones

Nos consta que Viruca ha dejado mucho desorden en Novariz, pero en La Torre del Crimen hemos conseguido poner todo en su sitio para resolver con éxito nuestro decimotercer caso.

Comenzamos con una pregunta directamente del autor donde nos proponía comparar el duelo que produce la pérdida de un ser amado con el miedo a romper con una pareja. No hubo quorum, pero la idea de que la muerte es más penetrante que el desamor tuvo más adeptos. Queremos agradecer a Carlos Montero su inmensa amabilidad y disposición. Nos hace muy felices que haya podido colaborar con nosotros y ofrecernos el privilegio de contar con el autor para la resolución del caso.

Fue una sesión multitudinaria. Tuvimos muchas nuevas incorporaciones (algunas sin los deberes hechos) y hubo opiniones para todos los gustos: «es un libro entretenido pero con una calidad literaria mejorable», «es rápido y agradable», «un bestseller llevado con elegancia», «cumple exactamente su función, engancha y no decepciona», «refleja muy bien la realidad del instituto aunque el temario del segundo de bachiller es completamente diferente» y un largo etcétera. Determinamos que a veces hay que leer fácil para poder disfrutar sin florituras ni complicaciones.

Intentamos reconocer la Galicia que se dibuja en la novela, con sus trazas de sociedad feudalista y familia matriarcal y, aunque no conseguimos sentirnos completamente identificados, comprendimos perfectamente la anomalía de la vida de Novariz. La falta de dinamismo en el rural gallego provoca estragos.

A los nuevos detectives (incluido Carlos Montero) les invitamos a volver a adentrarse en las entrañas de la investigación y los que ya llevamos unos cuantos casos a las espaldas no debemos olvidar que siempre hay un asesino suelto.

Para el siguiente caso nos vamos a Dublín de la mano de Tana French con su novela Intrusión. El 6 de noviembre nos vemos en Berbiriana para destriparla.

 

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